Alimentación escolar: es posible facilitar este momento
Las vacaciones están terminando y, con el regreso a clases, dentro de poco las familias brasileras vuelven a sus rutinas atareadas. La alimentación escolar entra en la lista de las preocupaciones de los padres, que entre la compra de materiales, libros y uniformes también necesitan planificar la alimentación de los hijos fuera de casa.
En el quehacer diario, dedicar un tiempo para el preparo de las meriendas diarias no siempre es una opción, y la única alternativa es contar con lo que las cafeterías instaladas en las escuelas ofrecen. Pero, dar el dinero al hijo y dejarlo escoger lo que quiere comer puede no ser tan fácil.
Con intervalos cada vez menos, muchas veces el alumno pierde todo el tiempo del recreo enfrentando la cola de la caja y, después, otra cola para recoger su merienda. Lo que era para ser un momento de recreación acaba generando lío y estrés.
¿Qué padre nunca ha pasado por la situación de olvidarse de dejar a su hijo para comprar su merienda? yendo un poco más allá del problema: en una época en que la obesidad infantil se está expandiendo por todo el mundo, ¿cuál es el control que los padres tienen sobre la calidad de la elección del hijo a la hora de alimentarse solo?
Todos estos temas tienen mucha relevancia y es preciso que toda la comunidad escolar – padres, educadores y administradores – estén atentos a las soluciones que puedan garantizar practicidad y calidad para todos.
Una buena alternativa es contar con softwares dirigidos a la gestión de ventas en escuelas que hagan posiblen la movilidad y diversas funcionalidades específicas garantizando seguridad y comodidad en este tipo de transacción.
¿No sería interesante acelerar las ventas a través de terminales de autoservicio, aumentar la facturación, reducir mano de obra, controlar stock y ofrecer la posibilidad de compra online dentro de la tienda física? Existen soluciones en el mercado que permiten la fidelización y el registro de los clientes.
Todas estas utilidades no sólo benefician a la cafetería. A través de un aplicativo, y haciendo pocos clicks los padres consiguen tener una mayor comunicación en ese momento – aunque sea un poco distantente. Además de limitar los gastos diarios pudiendo efectuar recargas a través de tarjetas de crédito, débito y de alimentación, también es posible tener un control más eficaz sobre los alimentos que integran la alimentación tradicional de los hijos.
Es posible hacer de esta expriencia más flexible y menos burocrática. Las escuelas necesitan tomar cuidado a la hora de elegir a los proveedores de la merienda – que, por su parte, también necesitan estar al día con los avances tecnológicos que pueden modernizar y fomentar los negocios.