Industria química: consumidores más conscientes y exigentes
En los últimos días, el debate sobre el decreto del Gobierno Federal que permitía que las mineradoras privadas explorasen áreas de reserva en la Amazonía surgió y fue más allá de las fronteras brasileras. Ambientalistas, celebridades y políticos se manifestaron contra el documento que extinguía los más de 47.000 kilómetros cuadrados de la Reserva Nacional del Cobre y Asociados (Renca).
El gobierno reconsideró suspendiendo el decreto, pero la movilización social abrió espacio para reflexiones y objeciones que comprometen los hábitos de consumo de la población – que se está concientizando cada día más.
Concientización: el nuevo comportamiento del consumidor
Desde el manoseo del agua hasta los alimentos que están disponibles en los estantes de los mercados: todas estas elecciones tienen peso en lo que se refiere a la protección ambiental y al futuro del planeta.
Reducir el consumo de carnes, procesados e industrializados son actitudes cada vez más frecuentes, que proporcionan beneficios para la salud y para el medio ambiente.
En este sentido, los consumidores están exigiendo sellos de calidad y dando preferencia para productos libres de conservantes y a empresas que piensen además de la ganancia y tengan, de hecho, responsabilidad social y ambiental.
Debido a la creciente demanda por servicios y productos saludables y sustentables. El mercado de productos orgánicos se ha expandido por todo el mundo. Inclusive, esta concientización de los consumidores ha ido más allá de los alimentos y ha alcanzado a la industria química – éstos quieren saber el origen y la composición de los productos de piel y de los cosméticos, por ejemplo.
La industria química se adapta
Los derivados de materias primas orgánicas ganaron impulso en la industria de la belleza, con los cosméticos de base natural o integralmente naturales. En Brasil, por ejemplo, empresas del sector – como Natura y O Boticário – están invirtiendo en estos segmentos incorporando la tendencia internacional de uso de los aceites esenciales.
Pero, vale resaltar que, un produto de base natural es diferente de uno natural. En el caso de los cosméticos, por ejemplo, es diferente un jabón con aceite esencial de almendras de uno que tiene todo su proceso de producción – pasando por la obtención de materia prima, por su procesamiento hasta su embalaje – dentro de las normas de certificación de productos orgánicos.
La cadena de producción de este tipo de producto es regida por normas específicas, lo que no sucede con productos comunes que tienen uno u otro ingrediente natural en su fórmula.
Con esto, los consumidores tienen la garantía y la seguridad de que los mismos son confeccionados con plantas libres de agrotóxicos, colorantes, conservantes o aromas artificiales. Este cuidado también se extiende a los embalajes, con el uso de materiales reciclables de rápida descomposición en el medio ambiente o, a través de los repuestos, que estimulan el uso del mismo embalaje.
La tecnología como aliada
Además de agradar y conquistar cada vez más a consumidores, esta también es la oportunidad de contribuir con la preservación del planeta. Los empresarios del segmento ya se dieron cuenta de todos los cambios comportamentales y se están adecuando cada vez más.
Teknisa ofrece diversas soluciones adaptadas para atender a los principios de la agencia fiscalizadora, integrando ventas, expedición y control de producción, haciendo posible la optimización y la seguridad en la producción farmacoquímica.
Las herramientas permiten el control gerencial para la manufactura laboratorial, desde la adquisición de la materia prima hasta la autorización del producto final para los clientes, pasando por la garantía de calidad.
Con aplicaciones tecnológicas sofisticadas es posible obtener un modelo operacional moderno y flexible dirigido a la planificación y control completo de su sistema productivo y, también, de garantizar la materia prima ideal para la cadena productiva, permitiendo precios competitivos, minimizando pérdidas y maximizando la calidad de los productos.
Además de los procesos que anteceden a la producción y a las ventas, también es importante proporcionar la mejor experiencia al cliente. Para propiciar eso, muchas empresas están revisando sus procesos internos e invirtiendo en la automatización comercial, con la implantación de sistemas modernos en el frente de caja y aplicativos, por ejemplo.